Los chaleco salvavidas hinchables funcionan con gas CO2 mediante botellines, pero también disponen de un inflado manual
Toda embarcación debe contar con chalecos salvavidas para sus tripulantes. Estos elementos de seguridad deben estar acordes al peso y a la talla y de cada persona a bordo.
A la hora de elegir el chaleco salvavidas adecuado, nos encontramos con una amplia gama de modelos y variantes. Entre ellos, están los chalecos salvavidas inflables, que pueden ser manuales o automáticos. Todos los modelos de chalecos salvavidas deben estar homologados para garantizar que cumplan su función de seguridad y salvamento. La norma SOLAS, el tratado internacional más importante, establece los criterios para su homologación.
Una curiosidad de los chalecos salvavidas actuales es que mantienen el mismo diseño original que tenían en sus comienzos, a principios del siglo XX. Era 1928 cuando un comerciante norteamericano, llamado Peter Markus, diseñó un elemento flotante inspirado en los chalecos de vestir de los hombres. Su invento resultó un elemento de seguridad fundamental para evitar la cantidad de muertes por ahogo.
Aunque la forma de los chalecos salvavidas no haya cambiado, sí ha ido evolucionando la confección con nuevos materiales y más resistencia y practicidad. En ese avance, surgieron los chalecos salvavidas hinchables y autohinchables, que son una opción moderna y segura.
Todos los chalecos salvavidas autohinchables automáticos disponen de un mecanismo alternativo de hinchado manual
Estos chalecos hinchables garantizan que la persona quede de forma vertical en menos de 5 segundos.
Los chalecos salvavidas inflables requieren de cilindros o botellines de recambio